El Hip Hop comienza a aparecer en la década de los 70 en algunos barrios de Nueva York. En aquél entonces uno de los estilos
musicales más en boga era el Funk, muy apto para el baile. En esos barrios, jóvenes con inquietudes estéticas se aventuraban
para "escribir", es decir pintar sus graffitis de grandes letras de colores y otros motivos en zonas de acceso restringido,
pero desde las cuales toda la ciudad podía contemplar sus obras: el formato preferido para estas exposiciones efímeras eran
los exteriores de los vagones de metro.
Hacia 1973 y a la corta edad de 15 años, el entonces joven Kool DJ Herc, tratando de generar en su ghetto algunas de las
costumbres de su tierra natal Jamaica, comienza a realizar "fiestas callejeras" con discos, al mejor estilo "Sound
system", que resultan ser un éxito.
Esto sería sólo una simple anécdota, si no fuera por el hecho de que en estas mismas fiestas a Kool DJ Herc se le ocurrió
inventar una de las técnicas más usadas en DJing hasta hoy en día como es el "backspin" o "recuperaciones"
y así dar comienzo a toda una nueva forma de expresión musical a través de los turntables (giradiscos). La intención de Kool
Herc era lograr extender las secciones de breakbeat (solos de batería de las canciones de Funk) y así darle a los B-Boys (break-boys,
llamados así porque se dedicaban a bailar en los breakbeats) más tiempo para realizar sus pasos de baile, que aprovechaban
esta sección de la música para tirarse al suelo a demostrar sus movimientos. Por otro lado, también se propiciaba que el "animador"
de la fiesta (el "maestro de ceremonia", o "MC") pudiera animar al publico a través del micrófono sin
"pisar" las partes vocales de la música que estaba sonando. Estas intervenciones del MC se convirtieron después
en la expresión lírica del Rap.
Posteriormente surgió otra técnica indispensable a día de hoy, usada y mejorada por todos los DJs actuales, el arte del
Scratch, según se sabe, inventado casualmente por Grand Wizard Theodore, que en una entrevista dijo lo siguiente:
Un día estaba escuchando música, con el volúmen un poco alto, y mi madre golpeó la puerta gritando muy fuerte: "Si
no apagas esa música, te estrangulo!" al mismo tiempo que ella me gritaba mantuve los auriculares en mi cabeza, detuve
el vinilo y empecé a llevar el disco hacia adelante y hacia atrás y aluciné, así que comencé a experimentar con eso durante
un par de meses, hasta que lo saqué, y salí con el Scratch.[1]
De esta manera tan aparentemente simple y casual apareció lo que, junto al arte callejero del Graffiti, luego sería todo
un movimiento cultural: el Hip hop, que en pocos años sería un complejo fenómeno desarrollado.
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